QUIERO CREER

Quiero creer que dentro de mi cuerpo existe un alma que permanecerá por toda la eternidad. Quiero creer que existe una justicia divina que no dejara sin castigo todo acto de maldad. Quiero creer que en mi conciencia existe una fuerza superior a nuestro conocimiento que puede realizar grandes obras.
Quiero tener fe.
La fe, según la biblia (Hebreos 11-1) “Es la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Y más adelante, en el versículo 2, nos dice que el universo fue hecho por fe de Dios, puesto que no había nada y sólo con su palabra lo construyó.
Uno de los ejemplos más claros sobre el poder de la fe se puede ver en Mateo 14, 25-31. Cristo se acerca a un bote caminando sobre las aguas. Pedro, que se encontraba dentro del bote, al verlo le pide también caminar sobre las aguas. Cristo contesta: “Ven”. Pedro desciende del bote y empieza a caminar sobre las aguas y la Biblia explica: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzó a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálveme!
Jesús lo salvó y lo reprende diciendo “! Hombre de poca fe ¡, ¿por qué has dudado?” Este pasaje nos dice que no hay que dudar. Pero dudamos porque tememos miedo de decepcionarnos, de que lo que más esperamos no se realice. La duda hace caer nuestra alma en la tristeza y nos sentimos vulnerables.
En otro pasaje, Cristo Jesús (Mateos 21,21) ordena a una higuera secarse, esta lo hace. Y ante la duda de sus discípulos, Él mismo explica: “De cierto os digo, que si tuvieran fe, y no dudaran, no sólo harían esto de la higuera, sino que si a este monte dejaran: Quítate y échate en la mar, será hecho.
“Y todo lo que pidieran en oración, creyendo, lo recibirás”.

En Marcos 6-36, un personaje importante le pidió que salvara a una hija muy enferma. Pero mientras hablaba llegó alguien y le dijo que su hija había muerto, que no molestara más al maestro. Y Jesús dijo: “No temas, cree solamente”. Cristo llega hasta la casa de la niña y la revive.
En otro pasaje (Mateo 9-23) Cristo sana a otra persona y dice: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
“Vete, tu fe te ha salvado”, es la frase con que Cristo termina mucho de sus milagros.

Si, quiero creer. Aunque viendo el mundo, todos los vientos y problemas que tiene en todos sus rincones, es difícil que no nos asalte la duda. Pero sé que si tuviera fe podría vivir más tranquilo, por el simple hecho de que la fe me daría confianza.
Soy Cristiano de convicción. Dudo de las religiones y de los motivos que las mueven. Los hechos históricos, aunque comprobados, no son tan trascendentales para mí. Lo que me llevó al Cristianismo fue la paz interior que da su mensaje. Es mejor perdonar a los que nos han ofendido que vivir muriendo de odio; esperar la justicia de Dios es más tranquilizante. Es mejor no buscar los bienes materiales, porque lo único que verdaderamente tenemos somos nosotros y nuestros seres queridos, y como dijo Salomón: Todo es vanidad.
Nos habla también de los humildes y los desheredados de la tierra, tendrán una recompensa en el cielo. En su mensaje queda claro que todo sufrimiento estará recompensado en el cielo.
Cristo nos da un mensaje de esperanza a todos y nos muestra la mejor arma que tenemos, el poder de la confianza y la fe.