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martes, 12 de junio de 2012

FRANKENSTEIN DE MARY SHELLEY


Esta novela es, a mi juicio, uno de los primeros escritos de ciencia ficción y de terror que se hicieron.
Ofrece también una advertencia enérgica sobre la búsqueda del conocimiento científico sin guiarse por algo de lógica o principios morales. Mostrando a un Víctor Frankenstein acosado por su propia creación: un monstruo al que él había dado vida de restos humanos. Es fácil imaginar que algunos de los científicos creadores de la Bomba Atómica se vieron amenazados por su propia creación, así como toda la humanidad. Y, al igual que Víctor, trataron de deslindares de su propia obra simplemente ignorándola.
Frankenstein narra la vida de Víctor, un joven científico, el cual, atrapado por el frenesí científico y un idealismo ingenuo, da vida a un monstruo, que en la búsqueda de afecto comete grandes crímenes.
Shelley no hace ninguna descripción grotesca o técnica del procedimiento seguido por su héroe para llevar a cabo su obra. Sólo ofrece pequeñas insinuaciones como el nombre del autor de un libro que inspira a Víctor: Cornelius Agrippa (algo parecido a Aldini, el que verdaderamente inspiró la historia http://fernandomedina.blogcindario.com/2011/04/00072-aldini-primer-frankestein.html) Y, en la página 91 hace referencia a la electricidad y al galvanismo como principal dador de vida a un cadáver. En 1818 el galvanismo, con cerca de veinte años de ser descubierto, era la vanguardia científica y se generaban discusiones por explicar dicho fenómeno, en que han colocar corriente eléctrica una parte del cuerpo, animal o humano, se movía. Es fácil suponer que dicha energía eléctrica podría darle vida a un cadáver.
Después de concluir su trabajo, el joven, azorado al contemplar vivo un ser tan deforme, entra en una enfermedad depresiva que lo tiene en convalecencia por un año.

Mientras el mostró trata de incorporarse a la humanidad, pero es rechazado con horror. Sobrevive en la naturaleza con sus propios medios, hasta que encuentra refugio en un cobertizo ruinoso, donde puede espiar a una familia educada, pero caída en desgracia. Viéndolos aprende hablar, leer y comportamiento civilizado. Desarrolló estimación hacia sus vecinos, pero cuando trata de ponerse en contacto con ellos es atacado. Y lleno de resentimientos busca a Frankenstein.
Víctor, ya recuperado, recibe una carta donde le informan que su hermano menor murió. Regresa rápidamente a Ginebra sólo para ver morir a una joven inocente por el asesinato de su hermano.
El monstruo se presentó ante Víctor para pedirle que le hiciera una mujer parecida a él, para tener algo que toda la humanidad busca, compañía y compensión. Ante las amenazas de la criatura el joven accede.
Realizó un viaje a Escocia, donde empezaría la labor de construir un cuerpo de mujer. Pero, después de meditarlo bien, destruye su obra. El monstruo furioso lo amenaza de matarlo el día de su boda y escapa para asesinas un amigo del científico.
Víctor regresa a Ginebra, después de algunos percances, y contrae matrimonio con Elizabeth. Pero es asesinada por la criatura el primer día de la luna de miel.
Desesperado el joven inicia la cacería del monstruo. Muere en la cercanía del Polo Norte y la criatura se pierde en las nieves de ese lugar.

Conclusiones
Frankenstein es una brillante obra de arte que a pesar de los doscientos años de existencia no ha perdido vigencia, la elegante narrativa y el argumento sorprendente le da mucha vivacidad. La historia nos presenta todo el sufrimiento y angustia del personaje ante hechos tan espantosos y nos permite una lectura agradable.
En la mayor parte de la obra se describe, en Víctor, los síntomas de lo que hoy se conoce como Estrés Postraumático, muy presenta durante la historia de la humanidad, en sobrevivientes a guerras y grandes desastres, aunque también en personas que han cometido crímenes enormes. Supongo que Shelley conoció o tuvo referencias de ese padecimiento en algún contemporáneo y pasa ese sufrimiento al personaje. Una sola frase en la boca del joven lo explica: “Los desgraciados pueden resignarse, pero los culpables no”.
En estos tiempos, donde se pretende clonar a un ser humano, donde el estudio de las células madre embrionarias amenazan el sacrificio de embriones diminutos, que a pesar de todo ya tienen el potencial para desarrollarse en un ser humano, y muchas otras investigaciones que ni siquiera sabemos, sería bueno releer con nuevos ojos esta novela. Y tratar de ver, en nuestro deseo de sabiduría, hasta dónde nos puede arrastras nuestra propia inteligencia.

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