LA GUERRA QUE A MUCHOS CONVIENE

Lo siguiente se obtuvo de fuentes periodísticas y de experiencias personales muy distantes de los hechos. Por lo tanto todo lo que aparece a continuación es sólo opinión personal.
El narcotráfico siempre ha sido un problema, desde la Guerra del Opio entre Inglaterra y China, hasta la guerra entre distintos bandos del crimen organizado en Latinoamérica.
Mientras existan adictos en el mundo seguirá el tráfico de drogas. Uno de los mayores consumidores de dichas sustancias es la sociedad norteamericana, que en un error de juicio, decidieron combatir este fenómeno en el extranjero, para no molestar a sus votantes, por adictos que fueran. Con esta filosofía se empezó a acusar a los países productores y a los que permitía la circulación de la droga y no se concentraron en combatir la demanda interna.
Durante décadas el paso de drogas por Centroamérica y México fue cotidiano. Surgieron grandes y poderosas organizaciones criminales durante este proceso. Éstas eran lideradas por criminales no violentos, con ciertos principios de honor y manejaban su tráfico como un negocio. La población civil no era afectada de manera directa por dichas organizaciones.
Durante la primera mitad de la década de los 90, los distribuidores colombianos decidieron pagar a sus socios con la misma droga que traficaban. De esta manera podían acumular gran cantidad de efectivo, se deshacían de toda la droga y volver adictos a una gran parte de la población latina. De hecho antes de esas fechas era difícil encontrar cocaína en México.

En ese momento vender la droga fue indispensable para conseguir efectivo de las organizaciones criminales en México. Necesitaban territorio donde vender y muchos se traslapaban. Al principio sólo hubo roces al invadir territorios contrarios, pero con el tiempo fue incrementándose la violencia hasta llegar a niveles demenciales que hoy tenemos.
Muchas de las técnicas para obtener recursos son muy parecidas a los grupos guerrilleros de Colombia. El secuestro, la extorción (llamado antes impuesto revolucionario), tomar de control de algunos sectores de la autoridad local y el considerarse autoridades de la zona que dominan. El sistema de guerra de guerrillas donde un comando armado se desplaza por el territorio, ejecutando ordenas de asesinato o de extorción, para después regresar a su lugar de origen para integra, es característica de los grupos armados en Colombia.
La única manera que se podría explicar el escalamiento de la violencia es la corrupción y la falta de profesionalismo de autoridades locales. Muchos de las autoridades, sobre todo en pueblos pequeños, son fácilmente intimidados y superados en número y en capacidad de fuego. El crimen organizado ha podido aprovechar bien las debilidades del sistema municipal que rige en el país, donde cada entidad tiene su policía y son habitantes de ese lugar. Las organizaciones criminales contratan o secuestran viciosos de cada localidad, para que hagan labores de espionaje, distrivución y venta de drogas. Recordemos que cada adicto es un colaborador del crimen organizado, directa o indirectam,ente.

Otro punto que tenemos que destacar es el extraño blindaje que tiene el DF. Durante la historia de México, el D. F. se ha librado de la violencia que destroza el país, cuando dichos incidente tiene un trasfondo político. La Revolución núnca tocó la Ciudad por el simple motivo que los grandes tiranos salían huyendo antes que defender la ciudad a muerte. Esta Guerra del Narco no ha tocado de manera tan radical al D.F. como ha llegado a todos los rincones del país. En un documental de Discobery, sobre los narco submarinos, uno de los entrevistados declara que los grandes narcos de Colombia y de México se encuentran en la ciudad de México. Es ahí donde se decide los pasos a seguir para continuar exportando droga a los grandes consumidores, como EEUU y Europa. La aseveración no produjo grandes reacciones, pero reafirmó una de mis sospechas. Cuando uno de los grandes narcotraficantes fue capturado y otro abatido en el DF mis sospechas fueron creciendo. No creo que estén todo ahí, aunque existe suficiente espacio para que se pierdan. Algunos se encuentran en ciudades fronterizas de Estados Unidos. Pero parece que existe un acuerdo para dejar a esa entidad fuera de la violencia.
La guerra, al alargarse en el tiempo, ha dejado muchos convenientes. El primero es que el dinero que sale de EEUU por concepto de venta de drogas, regresa a ellos en forma de venta de armas. Es legal tener armas alla. Estas ha mantenido bajo nivel la población de minoría y de personas violentas. También es una fuente de ingresos muy importante para el país.
Es difícil ver un posible final a la guerra que ha costado 30 mil vidas. La corrupción ha permitido su subsistencia y la seguirá permitiendo por mucho tiempo. Simplemente en los noventas, el D.F. y lugares cercanos, tenían (y tienen) un problema con lo que llamaron la Industria del Secuestro, el problema no ha desaparecido, pero el narcotráfico sacó esas noticias de la primera plana. Los grandes problemas no desaparecen sólo sufren cambios de intensidad y de forma.
Pero resulta indignante ver como las diferentes fuerzas políticas del país, usan esos muertos como arma política para atacarse unos a otros y, lo peor, sin aportar ninguna idea para acabar con la guerra que pueda ser viable y no las tonterías que siempre dicen.
Los medios de comunicación tienen mucho material para trabajar. Algunos aprovechando todo la crueldad de esta guerra y otro, los más serios, sólo presentado hechos. Pero todos saturando su espacio y tiempo con la violencia, publicitándo el miedo.

Otro punto importante es la izquierda en México. Dichos grupos tienen su influencia en el DF y en el sur del país, donde el nivel de pobreza es grande. El norte de México era prospero, dos de las tres ciudades más importantes del país se encuentran ahí. El nivel de pobreza es muy bajo. Por lo mismo los partidos de izquierda son unos ganadores inesperados de este conflicto. La guerra está sumiendo en la pobreza el norte del país. Esto ha arrojado fuera del país a muchas personas, algunas familias con recursos económicos, que se refugian es Estados Unidos, y se van abandonando sus empresas. El producto interno bruto a bajado en el trascurso de estos años, el dinero que antes circula aquí termino saliendo con ellos. También la extorción ha frenado la apertura de nuevos negocios y otros han tenido que cerrar, lo que aumenta el desempleo y les proporciona mucha mano de obra a los grandes Cárteles.
El más sorprendente ganador es la Comición Nacional de Derechos Humanos, que gracias a su constante presión contra la única fuerza que puede enfrentar al Crimen Organizado, el ejercito, a podido conseguir más presupuesto y mayor poder. Respaldándolos por el delegado para Latino América de Hiuman Rughs Watch se han dado una campaña de desprestigio contra los que nos protegen, arguyendo miles de violaciones a los derechos humanos por parte del Ejercito Méxicano. No dudo que teniendo al ejercito en las calles, en cada rincón del país, luchando contra un enemigo despiadado, que se hayan dado incidentes y muertes. Tampoco es de olvidar que se den faltas a los derechos humanos en miles de incidentes. Pero recordemos que los que matan, torturan,mutilan cuerpos, hacen llamadas para estrocuión, lo que disuelven cádaveres, que pasa por su casa esperando un descuido para hacerle daño, son los criminales, no el ejercito. Pero se me hizo mucho las quejas contra el ejercito por derechos humanos, y me pregunto: ¿Cuantos de esas denuncias son reales? ¿Cuantas podían estar pagadas por el narco para debilitar a la única institución que nos defiende? No se puede saber, simplemente la organización manda un visitador, el cual interroga a los quejosos y sus testigos y después se marchan para redactar una queja. no es necesario recordarles que son los elementos del ejercito los que están en la calle o en el campo, vigilando y esperando un ataque sorpresa, después de horas en tensión es natural que ocurran estos problemas. Creo, sinceramente que todas esta presión se dió por razones políticas, para acumular dinero y poder para dicha organización. Es lamentable que miles de mujeres y niños tengan que cruzar la frontera con Estados Unidos para salvar su vida, amenazadas por elementos corruptos de todas las organizaciones, y la CNDH no haya levantado un solo dedo para señalar a los culpables. No es necesario recordarle que la CNDH se encuentra dentro de la cúpula del DF.
Es difícil ver cierta tendencias políticas en todas las organizaciones de derechos humanos. Dichas organizaciones son necesarias, pero deberían desarrollar un criterio de aceptación; porque la Guerra contra el Narco no admite medias tintas, o estas con la población que pone los muertos o con cientos agitadores que tratan de tomar ventaja de cualquier descuido de la población para creas presión política. Con respecto a la negociación con los narcos veo un problema importante. Desde siempre se ha dado esta negociación, permitiendo crecer a los cárteles y dando dinero a los políticos. No resolverá el problema sólo lo esconderá de la vista pública, pero estará latente y vivo hasta que cambien las circunstancias y sólo será endosarle el problema a futuras generaciones.
Y dicha tendencia de izquierda de los organizaciones de derechos humanos termina desprestigiándolos. Dejando la sensación de que el pueblo no importa para ellas y los políticos de izquierda, sino sólo el poder.
Lo preocupantes es que la corrupción no es privativa de México. La Guerra, mientras más subsista, más ira penetrando otros países. Tal vez no con la violencia enferma que tenemos en México, pero los grupos de más de cincuenta personas bien armadas y dispuestos a todo será difícil de enfrentar para cualquier gobierno.