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miércoles, 6 de junio de 2012

EL MANTO DE TURIN Y LEONARDO DE VINCI


Imagen del manto realizada en el siglo X
El manto de Turín es la reliquia cristianas más enigmáticas de todos los tiempos. Desde el descubrimiento de la Imagen del Rostro del Manto, se inició una gran polémica con respecto a su autenticidad. Constantemente han aparecido hipótesis para justificarlo esa increíble imagen, la mayoría buscando datos que lo señalen como una falsificación.
La referencia más antigua referente al sudario se encuentra en la Ciudad de Edesa, donde apareció tiempo después del sacrificio de Cristo. Aparentemente un Rey de esa ciudad pidió ver a Cristo para que lo sanara, pero él ya no estaba y le enviaron el manto, que para entonces se sabía que realizaba milagros. Quedando evidencias escritas de su existencia desde el siglo VI.
Pasó a Constantinopla, en 944, donde muchos Templarios dieron referencias de la existencia de un manto de lino con la imagen de Cristo. El sudario llegó a Los Caballeros Templarios, después de la destrucción de la Capital de Constantino, y no se sabe nada de él hasta la eliminación de la secta de caballeras.


Imágenes del rostro de Cristo por distintos autores. La priera es un dibujo de Leonardo Da Vinci, la segunda es la imagen del Manto y la tercera es un fresco en la Ciudad de Dafni, Gracia, Fechado entre 1080 a 1100. El gran parecido entre ellas nos dice que el manto sirvió de inspiración a los rostros restantes.
El manto volvió a aparecer en manos de la viuda de Jean Charnes, un líder de los caballeros, en 1357. Y permaneció en la Ciudad francesa de Trollas. Después fue comprada por la Familia Saboya y llegando a Turín. En 1898 se exhibió públicamente, momento que aprovechó un fotógrafo, Secondo Pia, para tomar una foto del manto. Cuando reveló la imagen se sorprendió al comprender que tenía la imagen del rostro de Cristo. A partir de entonces se puede seguir la huella del Sudario hasta la donación del mismo a la Iglesia en 1983.
En 1978 se llevó a cabo el análisis del sudario de forma más científica. Los expertos en varias disciplinas y provenientes de laboratorios importantes como el de la NASA, no pudieron encontrar una explicación para justificar la aparición de la imagen en el manto.

Las dudas levantadas por el análisis científico lograron que en 1988 el Vaticano permitiera tomar muestras del manto para su datación. Se repartieron cuatro muestras a tres laboratorios con los equipos necesarios. Uno de ellos se encontraba en Zúrich, otro en Arizona y uno más en Oxford. Pero los resultados, seis meses después, dijeron que el Manto era una falsificación, datada entre 1260 a 1390.

Esto sólo levanto más especulaciones, siendo la prueba del Carbono 14 una de las más confiables del método científico, pero nadie pudo encontrar una explicación razonable. Hasta que en el año 2000, los esposos Benfor y Marino, publicaron una hipótesis interesante. Aclararon que el manto fue retejido con algodón para reparar las zonas más dañadas. La parte de donde se tomó la muestra tenía reparaciones con algodón. Eso explicaría la gran diferencia, de casi doscientos años, entre las muestras con cantidades más alejadas.

Roy Rogers, uno de los científicos con participó en el análisis científico del manto en 1978, demostró que en una muestra tomada de esa parte del manto, por medio de cinta adhesiva, se encontraban fibras de algodón.

Una de las más recientes especulaciones sobre el Sudario dice que fue una falsificación de Leonardo Da Vinci. Y para probarlo muestran los distintos dibujos de Leonardo en todo su vida, aclaran que el gran parecido con el rostro del Manto es prueba suficiente de que dichos dibujos y pinturas fueron ensayos del genio del renacimiento para después falsificar la reliquia.

Pero si se analiza bien las imágenes de Cristo que se hicieron tiempo atrás, y que aún sobreviven, se pueden encontrar imágenes del rostro de Cristo. Algunas tan parecidas a la imagen original del manto que resulta sorprendente.
Se podría pensar que Leonardo tuvo oportunidad de analizar el rostro del manto y que, al igual que los científicos del 1978, no encontró explicación de cómo hicieron la imagen. Tal vez consideró que era la imagen real de Cristo y se basó en esa imagen para crear sus pinturas sobre temas bíblicos durante toda su carrera.
Practicó de muchas maneras, dibujándolo en distintas edades, cuando niño, feminizado (rostros con caracteriticas femeninas), de joven, y en distintos ángulos. Lo que dejó en toda su obra y prácticamente en toda su vida, una gran similitud en los rostros, principalmente en los rostros femeninos. Simplemente todos los dibujos de rostros en la obra de Leonardo, sin importar el género o la edad, fueros adaptaciones del rostro del Manto de Turín.


En estas tres imágenes, de Leonardo Da Vinci, de puede ver el rostro de la misma mujer en distintas edades. Creo que es la versión del rostro feminizado (con caracteristicas de mujer) de la Imagen del Manto.En 1987 Lilian Schwartz, trabajando en los laboratorios Bell, analizó varias imágenes de Leonardo comparándolas unas con otras. El resultado fue que el rostro del autorretrato del anciano Da Vinci y la imagen del cuadro de la Monalisa son un solo rostro cambiado.



Estas imágenes muestran que Da Vinci usaba el mismo rostro en todas sus pinturas y dibujos y por el gran parecido con la imagen del manto se puede pensar que tomó ese mismo rostro del Santo Sudario, considerando que era la verdadera imagen de Cristo.


No pretendo saber el origen del manto, ni cómo se hizo, pero estoy seguro que pueden existir mejores argumentos que mezclar a Leonardo en un falsificación para engañarnos a todos. Prefieran pensar que de alguna manera esa imagen es una representación del cuerpo de Cristo Jesús.




Con respecto a si es la fotografía más antigua, también tengo mis dudas. A pesar de la simpleza demostrada en el proceso, y de las capacidades del genio del renacimineto, resulta extraño que sólo hiciera una.

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