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viernes, 22 de junio de 2012

MATA HARI


Margareta Geertuida Zelle ha dado, a nuestra sociedad, una imagen más para admirar. Este icono moderno muestra la mujer diferente, da la imagen de la mujer fatal y la espía que utiliza la seducción para arráncales secretos a los hombres poderosos. También nos enseña el despresio y el sacrificio que tienen que soportar las mujeres que trataban de llevar su vida a plenitud en aquella época.
Ella nació en Leeuwaruen, provincia de Frisia, Holanda, el 7 de Agosto de 1876 y fue fusilada en Vincenn, Francia, el 15 de octubre de 1917. Era hija de Adam Zelle, que tenía una tienda de sombreros y su madre padeció delirios de grandeza. La madre murió cuando eran niños y el padre tomó su custodia, pero por los problemas de alcoholismo le fueron quitados sus 4 hijos. Margaretha de 14 años entró a la Escuela Normal de Legde, pero fue acosada sexualmente y maltratada por el directo de la escuela, Wibrandus Haanstra, tuvo que dejar la escuela. Vivió con un Tío Taconis en La Haya hasta los dieciocho años.
Un día decidió casarse, para esto tomó el periódico Itel Nieuws Van des Pay, y buscó en los anuncios matrimoniales. Conoció a su futuro esposo el 30 de Marzo de 1895, un capitán del Ejército Holandés comisionado a las Indias orientales. Rudolf Mac Lead era hombre culto y militar de carrera. Aunque era mayor que ella, pero lo aceptó porque le gustó su uniforma y la caballerosidad que demostró al tratarla.



El matrimonio tuvo lugar en Ámsterdam en 11 de Julio de 1895, de forma precipitada, porque ella ya estaba embarazada. Vivieron unos meses en la ciudad y el 23 de Abril de 1896 presentaron a la joven esposa a la reina regente y a la futura reina Wilhelmme, en el palacio Real de Ámsterdam. Su primer hijo, Norman, nació el 1 de mayo de 1897. El permiso del oficial holandés se terminó y regresaron a la India el 1 de Mayo de ese año.
La vida de Margaretha no fue feliz en oriente, pronto la diferencia en edad y en cultura marcaron diferencias entre la pareja, pero continuaron juntos. Rudolf primero fue comisionado a Malaya, después fue a Medan, isla de Sumatra. Pero los problemas crecían. Ella declara que el esposo la maltrataba verbalmente y en forma soez.
El 28 de Junio de 1899 muere su hijo Norman envenenado por la esposa de un soldado que trabajaba de sirvienta en la casa del oficial. Al parecer el soldado indígena fue duramente castigado por Rudolf, para vengarce le pidió a su esposa que echara en el arroz, que comían los niños, cabellos previamente envenenados. La hija pudo salvarse por ser amamantada por la madre en esos años.



Esta tragedia acabó con lo que quedaba de fuerza moral en Margaretha. Rudolf cayó en el alcoholismo y dejó de llegar a su casa. Ella, por su parte, empezó a practicar danzas indígenas y a estudiar el arte antiguo de la seducción.
El oficial es enviado al centro de Java, donde le pedía a Dios que lo liberara de su consorte. En unos de los pocos encuentros de esa época, la encontró en una situación comprometedora, y en un ataque de ira le arrancó un pezón de una mordida, por lo mismo Margaretha nunca puso presentarse en el escenario completamente desnuda.
Rudolf es licenciado (jubilado) del ejército y regresa a Holanda solo.
El 27 de agosto Margaretha solicita el divorcio. Acusando a su marido de injurias e infidelidad. Gana la demanda y conserva la custodia de su hija, el juez le otorgó una pensión de 100 florines mensuales. Tiempo después la pareja trata de reconciliarse, pero terminan separados de nuevo.



Rudolf consigue quitarle a la hija y se niega a darle la pensión. Ella tiene que prostituirse para poder sobrevivir en La Haya y Ámsterdam, esto marca la perdida de todo decencia para ella, y se resigna a no volverse a casar. En 1903 viaja a París para trabajar como modelo para artistas, pero de nuevo afronta dificultades para sobrevivir y termina vendiéndose de muchas maneras, conoció el hambre en los meses de invierno. En la primavera de 1904 idió una nueva estrategia, transformarse en bailarina nudista, gracias a su cutis mate y su fisionomía exótica puede hacerse pasar por hindú. Difundiendo la leyenda de que era una princesa Malaya, iniciada en los artes de la danza sagrada Brahmánica.
Compitió con grandes estrellas nudistas de su tiempo contra la belleza Ortere, Löre Fuller y de Isadora Duncan, pero las fue destronando según avanzaba su fama. Rubén Darío hace referencia a Margaretha diciendo: “Bailarina de los pies desnudos”.
El apodo la tomó después de su gran popularidad, Mata Hari (en malayo significa El Sol, traducido literalmente significa: El Ojo del Día) y se presentó en el Musée Gaimel, con el Baile de Salomé ante Herodes, el lunes 13 de Marzo de 1905, lo que le dio su primer triunfo. Siguieron una serie de triunfos mundanos y grande dama de la aristocracia parisina se disputaban sus presentaciones.



En un espectáculo privado, el 14 de Abril de 1905, en un Hotel, hizo una “buena” amistad con la aventurera Leanni Destrourbey, que tenía el alias de Madame de Lognes, la cual era una activista política. Por cuestiones del destino en esa misma reunión conoció a un abogado llamado Clunet, que se enamoró de ella y fueron amantes, sería su futuro e ineficiente defensor durante la Corte Marcial.
En esos años siguió cosechando triunfos en Paria, Montecarlo y en 1906 triunfó en Viena.
El esposo aprovechando la vida superficial presentó una demanda para quitarle a su hija. Dice que: "Se presenta en París, en cafés y circos, desnuda o casi desnuda”. Consigue la custodia de la hija.
Tres meses después que la quitaron a su hija, inicia un viaje a Egipto. Lo que hizo en esos años es un misterio. Aparece en París en mayo de 1908, pero no logró los triunfos esperados, tenía mucha competencia de mujeres jóvenes que la imitaban de manera un poco más descarada. Toma la decisión de bailar vestida, pero no es aceptada y pronto regresa a los desnudos.



Tuvo un éxito más en París, cuando la directora de la Universidad Annales, madame Brisson Sarcey, pidió que bailara desnuda en 14 de diciembre de 1912.
Su fama de bailarina exótica se acababa en París.
Viajó a otros países como Alemania y Holanda para continuar con sus éxitos. En un pequeño hotel de Navilly daba grandes fiestas, que atrajeron a muchas personas importantes. Pero también su seducción destruyó la vida de algunos hombres, el más encumbrado fue el banquero Rousseau, que en un esfuerzo por conservarla como amante, dilapido grandes fortunas que conseguía falsificando documentos en su banco, fue arrestado, pasó diez años en la cárcel. El historiador y académicos Henri Haussey, el propio abogado Clunet, también fueron víctimas de sus encantos. Sus conquistas menores fueron el diplomático De Margene y el alto jefe militar alemán, Adolphe Pierre Messimy.
Uno de sus más fuertes defensores, cuando ya era vieja y estaba encarcelada fue el político catalán Emilio Junoy.
En 1914, sabiendo de antemano lo que pasaría, abandono la casa en Nevilly, vendió todo lo que podía tener algún valor y sale del país con un misterioso amigo alemán. Fue a Berlín. No se sabe nada de lo que hizo ella en Berlín, durante los primeros meses de la guerra, pero después viajó a Holanda.
Vivió varios días en el Hotel Victoria en Viena, con el Jefe del Servicio Secreto alemán en Holanda. El 13 de Octubre de 1914 alquiló un hotel pequeño, en la Haya, a 750 florines mensuales. Para 1915 está de nuevo en París.
 

En 1915 llega a Madrid donde se hace amistad con Junos, pero para entonces los ingleses la vigilaban de cerca. En la primavera de 1916, estaba en París, y conoció al que, según ella, fue el gran amor de su vida, Vladimir (Vadim) Masloff, un veinteañero oficial de origen ruso que se enlistó en las filas francesas. Pero esto no impidió que Mata Hari siguiera reuniendose con sus amantes. Vadim fue herido en combate, y destinado a un hospital ubicado en zona de operaciones militares, por lo que para visitarlo era necesario solicitar un permiso. Se dirigió a las trincheras y las recorrió, en medio de bombardeos, disfrazada de enfermera. Para conseguir el permiso de visitar el hopital tuvo que hablar con el capitán Georges Ledoux, quien era el jefe del contra espionaje francés. Mata Hari fue a verlo; tenemos dos relatos divergentes de ese encuentro. Ella afirmó que, en el transcurso de esta entrevista, Ledoux le ofreció espiar a favor de Francia, y que aceptó. En cambio, según Ledoux, Mata Hari le ofrecerle sus servicios, lo que despertó la desconfianza del militar, que conocía sus sospechosos movimientos. Ledoux decidió dejarla actuar para poder vigilarla mejor, y aceptó pagarle un millón de francos si lograba su objetivo de contactar a importantes funcionarios alemanes en la Bélgica invadida y en la propia Alemania: Mata Hari afirmaba haber tratado anteriormente al mismísimo heredero de la corona imperial… Lo ciento es que Ledoux la recomienda como espía, diciendo que otro oficial, Jean Hallasme la recomendó por haberla conocido en París.
El 2 de Septiembre de 1916 consigue un permiso para viajar a Vittel donde pasó dos meses muy vigilada. El complot para acusarla de espionaje se empezó a fraguar cuando los ingleses entregan informes sobre ella y Ladoux. El personal del servicio secreto francés desconfiaba de Ladoux y decidieron enviar a Bélgica como agente doble, término que se usaba para señalar a los espías que pudieran trabajar también para el enemigo. Del barco que la llevaba a Vigo fue detenido por los ingleses en altamar, en noviembre de 1916, y llevado a Falmouth, donde fue interrogada. Le prohíben viajar y la mandan a España. Esperaban que si fuera doble agente los alemanes mandaran radiogramas a Alemania y así poder identificarla, para entonces los franceses ya tenían su clave secreta como espía alemana, H21.
En Gijón es recibida por agentes del gobierno español y enviada al Hotel Palacio de la Corte. Pero ella sigue frecuentando a diplomáticos alemanes.
Los franceses captan un radiograma en los últimos días de diciembre, donde el agente militar alemán en Madrid, Aruet De Kelle, le dice al jefe el espionaje alemán en Holanda, sobre el regreso de H21 a París. Y antes enviaron otro donde le entregarían la cantidad de 15, 000 francos a H21 en París. Mata Hari regresa a París en enero de 1917 y cobra la cantidad pactada en el radiograma.
La arrestaron el 13 de febrero de 1917 en habitación del Elgsée Palece hotel, con el número 101 avenida de los Campos Elíseos. Una entrevista, aparecida en un diario local de los años treinta, del oficial que arrestó a Mata Hari dicen que cuando fue detenida, pidió que le dieran tiempo para aseares y llegó a mostrarse desnudó ante los ojos de sus captores con la excusa de ofrecerles bombones en un casco prusiano que un general alemán le había regalado unos años antes, que son completamente falsas. Mostraron a Mata Hari con la actitud propia del mito que representaba, como si fuera intocable y no temiera a nada. Estos y otros hechos, como la mentira de que frente al pelotón de fusilamiento solo traía puesto su abrigo y cuando dijeron la orden de disparar ella se desnudo, son sólo patrañas que dieron forma a un mito.



Fue encerrada en la cárcel de mujeres de San Lázaro, el proceso del corte Marcial se llevó 5 meses. El proceso finalizó entre el 24 y 25 de Junio de 1917, en el más absoluto secreto. La juzgaron 7 magistrados, 6 militares y un abogado movilizado.
La acusaron de ser espía para Alemania desde antes de la guerra, y sus únicas pruebas eran sus continuas relacione con militares de ambos bandos y de hombres poderosos. Mata Hari contesto que siempre había sido atraída por los uniformes. En algún momento, en medio de las continuas pruebas sobre sus amasiatos, ella gritó: “¿Una ramera? ¡Sí! Pero una traidora ¡jamás!”. Otro comentario importante durante el juicio se dió cuando le preguntaron por el cheque que un oficial francés le deposito en parís por 15 mil francos, Mata Hari exclamaría que era un pago por sus afanes amorosos: "¡Es mi tarifa! ¡Jamás nadie me dio menos!"
Apareció vestida con sencillez y rehusó venda y atadura. Antes de morir se despidió de los soldados del pelotón agitando la mano. De los 12 soldados que constituyeron el pelotón de fusilamiento, sólo acertaron 4 disparos, uno de ellos en el corazón que le causó la muerte instantánea.
Tras su muerte, ningún familiar reclamó su cadáver. Su cuerpo se empleó para el aprendizaje de anatomía de los estudiantes de medicina, como era precepto para los considerados criminales y ajusticiados en aquella época. Su cabeza embalsamada, que tenía el pelo teñido de rojo, permaneció en el Museo de Criminales de Francia hasta que en 1958 fue robada y nunca más apareció.
Existen mucha falsedades con respecto a Mata Hari al momento de ser detenida, pero lo que más llama la atención es la manera como todo el mundo la dió la espalda, incluso sus amantes más apasionados.

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