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miércoles, 4 de julio de 2012

UNA PAZ DURADERA


En el periodo entre 1939 a 1945 se consolida los conocimientos científicos sobre la energía nuclear, dando resultados sorprendentes: el pequeño reactor y dos grandes bombas.
La creación de la las bombas nucleares fue una de las piezas centrales que definieron nuestro mundo hasta hoy. Fueron los tiempos de la guerra fría, de un mundo dividido entre dos corrientes políticas, una, el comunismo, no pudo sobrepasar la prueba del tiempo, por que iba en contra de la naturaleza humana, y la otra se consolido como la más aceptable: democracia liberal. En este periodo siempre hubo la amenaza de una guerra nuclear total. Pero también deja para el mundo una paz extraña. Desde el final de la segunda guerra hasta hoy, no se ha vuelto a dar una guerra total en todo el mundo, que costara la vida a millones de personas. Y queda la pregunta: ¿por qué?
Tenemos la idea de que Alfred Nobel, al desarrollar un método eficiente y seguro para manejar y hacer estallar la nitroglicerina, lo que hoy conocemos como dinamita, se imaginó que las guerras de volverían imposibles con un explosivo tan poderoso. Pero su dinamita fue usada para causar más muertes en los campos de batalla. Por esto dedicó toda su fortuna para recompensar a los hombres y mujeres que trabajaran en favor de la paz y de la humanidad.
Otto Frisch (sobrino de Lisa Moitner) trabajaba en el Instituto de Bohr en la navidad de 1938. En las vacaciones de invierno se encontró con Lisa en Kungalv. Lisa y Otto Hahn trabajaban juntos, desde 1936, se esforzaban en entender que pasaba con el Uranio al ser bombardeado con radiaciones de partículas sub atómicas llamadas neutrones. Se daba una reacción importante, se producía mucha energía y otros elementos. Ellos esperaban que el núcleo del uranio absorbiera los natrones y se transformaba en otro elemento más pesado. Pero los resultados de los análisis químicos de los residuos no mostraban elementos más pesados; pero aparecía berilio, mezclado con lantano y cerio, que tenían, más o menos, la mitad el peso del átomo de uranio.


Esa tarde, mientras paseaban por un bosque nevado, Otto esquiando y su tía caminando a su lado, analizaron el problema. No podía tratarse de un error, las personas que hicieron los análisis químicos eran muy reconocidas. Entonces, cómo el uranio se puede transformar en dos elementos menores. A mitad del recorrido ambos descansan en un tronco y hacen cálculos matemáticos sobre una libreta que llevaban.
Al llegar a la conclusión de que el uranio se dividía en dos elementos de la mitad del tamaño, encontraron que se producía una energía de separación a 200 MeV. La siguiente pregunta era de dónde salía esa energía. Continuaron con los cálculos y encontraron que el núcleo del átomo de uranio perdía una quinta parte de su masa al dividirse en dos átomos menores. Usando la formula de Einstein encontrara que esa masa perdida se transformaba en energía, en exactamente 200MeV (millones electrón-volt).
Dos días después Otto regreso a Copenhague, con Bohr; Lisa a Estocolmo, donde se refugiaba. Otto y Lisa redactaron un artículo, por medio de comunicación telefónica, donde explicaban su descubrimiento, fue publicado en la revista Nature 15 de enero de 1939.
El concepto de reacción en cadena, donde un neutrón romper un átomo de uranio y éste a su vez produce dos neutrones que rompen dos átomos más, fue desarrollado por Szilard en 1933. Al romperse átomos de manera continua, la energía producida se ira acumulando hasta acumular gran cantidad de ella en milésimas de segundo. Con estos conocimientos científicos fue posible desarrollar la energía nuclear.
Lisa, al practicar la religión judía, sufrió persecución por los nazis, pero continuó su trabajo hasta que alguna persona la previno que estaban cerca de capturarla. Se puede decir que escapó a unas cuantas horas de que la Gestapo llegara a su casa. Pero ese apasionamiento por la ciencia, que la obligó a correr grandes peligros, no fue bien visto por todos. Al no abandonar Alemania de inmediato fue despreciada por muchos científicos. De hecho le dieron el Premio Nobel a Otto Hahn en 1944, por el descubrimiento de la división del átomo (aunque fue lisa y su sobrino Otto, quienes en realidad resolvieron el misterio). En particular, parece que ella sentía el mismo apasionamiento que tuvo Marie Curí al continuar sus investigaciones con el Uranio toda su vida, que le ocasiono fuertes padecimientos y al final la llevó a la muerte bit.ly/Curirad.
Al inicio de la segunda guerra mundial, muchos científicos, que imaginaban el potencial de las armas nucleares, se preocuparon porque Hitler pudiera fabricar una. Einstein fue visitado por Leo Szilard y Edward Teller en su casa, para pedirle que firmara una carta dirigida al presidente Roosevelt. El ella se explicaba el poder de la energía nuclear y hacían notar el peligro de que los nazis la tuvieran.
Con el paso de los años se llevó a cabo el Proyecto Manhattan, con el cual se pudo construir la bomba nuclear bit.ly/nucverd. Ya todos conocemos el resultado de esos esfuerzos. Pero fue un grupo de traidores los que ayudaron a darle forma a el mundo de aquellos años. Todos los secretos de la creación de las armas nucleares fueron entregados a los rusos, durante toda la guerra fría.
Con la proliferación de armas nucleares se dio un equilibrio de poder que impedía los ataques directos entre las superpotencias, por la simple posibilidad de una aniquilación total.
La antigua esperanza de Nobel se cristalizo, las guerras totales se volvieron imposibles. Pero la paz se logró gracias a la gran amenaza que significaba la bomba atómica. Al final la prudencia y la madurez dieron sus frutos, quedando un mundo regido por la democracia. Una democracia tramposa en algunos lugares, pero democracia al final.

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