La población y la pobreza

Uno de los principales conceptos de la teoría de la evolución de Darwin es que debe existir una competencia entre los miembros de una misma especie para sobrevivir. Así, en la sobrevivencia del más apto, se garantiza una constante mejoría de la especie en conjunto.
Este principio, presente en toda la naturaleza, no lo consideramos como humanitario, porque en nuestras sociedades protegemos a los más débiles y apoyamos a los enfermos. El deseo de resguardar a los de nuestra especie es un instinto básico que nos ha permitido sobrevivir en la naturaleza como especie. Pero debemos recordad que el concepto de la justicia no existe en la naturaleza.
Las leyes de la naturaleza no están muy lejos de nosotros. El principio de que naces más individuos de los que puede asimilar la sociedad es una verdad innegable. También es innegable que existe una competencia en la población por sobresalir, ya no por sobrevivir, ahora es conseguir alimento, vestido y vivienda digna. En general la gran mayoría de la población consigue estos bienes con relativa facilidad. Pero quedan pequeños grupos que se van a los extremos, por un parte la competencia crea grupos de gentes que consiguen grandes logros, ya sea deportivos, académicos o de inventiva, y también personas que consiguen acumular grandes fortunas. En el otro extremo están las personas que en esta competencia diaria no pueden obtener lo mínimo indispensable para tener una vida digna.
En la naturaleza no existen inadaptados o débiles, son eliminados con rapidez por los depredadores. En nuestra sociedad, aunque existe un índice elevado de muertes, esta es menor que el sumario de natalidad. El mayor número de nacimientos a su vez estimula la economía del país, pero en muchas naciones no se aprovecha el potencial humano de forma adecuada y terminan sometiendo a su población a la miseria.
Las naciones más avanzadas han podido generar suficiente libertad para que esta lucha sirva de estimulo para los elementos más preparados de la sociedad. El principal motor de esa lucha es destaca y los bienes materiales en sí es una consecuencia de su éxito en la rama que ejercen. Los buenos gobiernos no olvidan proteger a los miembros menos afortunados de su sociedad.
Algunos conceptos sociales que pretendes administrar todo el capital de la sociedad para distribuirlos por igual entre la población han terminado generando países poco eficientes y en poblaciones dependientes por completo de la generosidad del estado.
La raza humana tiene un patrimonio genético que lo prepara para la lucha y si es ignorada por doctrinas políticas absurdas la sociedad se detendrá en su avance.